El Ayuntamiento de Guntín de Pallares, al igual que otros muchos
ayuntamientos gallegos, cuenta entre sus habitantes con gentes que
conocen a la perfección oficios tan antiguos y a la vez tan nuestros
como pueden ser el de herrero, cantero, zoqueiro, cestero, molinero y
otros muchos. Saberes que perduran en la mente y en la habilidad de
estas gentes que aún hoy conservan los utensilios necesarios y propios
de cada uno de estos oficios y que son quienes de desempeñarlo tal y
como lo hacían hace años.
Guntín es un Ayuntamiento por el que discurren un gran número de
ríos y riachuelos entre los que destacan el río Ferreira y, como no, el
Río Miño. Son, por tanto, un elemento de vital importancia que va a
influir de un modo decisivo en la actividad de las gentes que viven
cerca de los mismos. A lo largo de estos ríos se reparten infinidad de
caneiros construidos con el fin de embalsar el agua que movería las
piedras de los molinos, haría funcionar los batanes o producir energía
eléctrica.
El Miño a su paso por este ayuntamiento cobra un protagonismo especial;
por una banda, en él encontramos un gran número de caneiros que en su
día sirvieron para atrapar especies tan preciadas y cotizadas como la
anguila o el cangrejo de río, y aun que hoy su función no sea la de
antaño, aún nos queda admirar su belleza y la manera en la que se
integran en el paisaje, pasando a ser un elemento más del entorno en el
que se encuentran.
Son las orillas del Miño especiales puesto que en ellas, y a la
altura de la Parroquia de San Salvador de Francos, se localizan las
aguas termosulfurosas mencionadas en las tablas de Ptolomeo y
posteriormente en el Madoz (1847), el cual las describe como aguas
medicinales, dada la gran afluencia de gente que a ellas acude por sus
propiedades beneficiosas.
El Miño deja una huella a lo largo de las parroquias de este
ayuntamiento que se encuentran a sus orillas o cerca de ellas puesto
que hace que el clima de estas parroquias tenga unas características
peculiares y diferenciadas con las otras parroquias del ayuntamiento.
Es precisamente esta influencia la que va a permitir que proliferen
cultivos como el de la vid. Así, en las parroquias de Francos,
Piñeiras, Mougán, Navallos, A Mota y Mosteiro, podemos ver viñedos de
los que se obtiene la materia prima necesaria para elaborar unos vinos
de calidad y sobre todo una aguardiente que podríamos calificar como
excelente, como es el caso del de Francos. Métodos de cultivo y
técnicas de elaboración transmitidas de generación en generación que
dan como resultado un producto de alta calidad que merece la pena ser
degustado.
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